16 mar 2011

My other side.

Y me doy cuenta de que ya no eres tú quién presume de orgullo. ¿Recuerdas cuando pensábamos que los sentimientos valían algo? Ahora solo son la sombra de nada... y me alegro. Me alegro tanto de ello. Por lo que, ahora me importa poco tu opinión sobre mí, por lo que ahora seré yo quién mueva ficha. Porque solo puede haber un ganador y perder no está en mis planes. Ya ves... resulta que me he vuelto más competitiva con el tiempo.
He tirado mis cartas y confío en ellas, aunque no sean ases. Así que cierra los ojos y reza, cariño. Reza porque soy consciente de que tengo una lucha interna, entre mi dulzura y mi otra cara. Y, por desgracia para ti, mi cara inocente y cándida va perdiendo. Por eso escribo aquí y no en mi otro Blog. Supongo que todo depende de mi caprichoso estado de ánimo... 
Quizás esta vez yo gane la partida, aún así, si pierdo, me quedaré con mi orgullo y con la cabeza alta, sin olvidar una jodida sonrisa prepotente. 

Y la peor parte de ésto, es que ahora la que peca de orgullosa soy yo, y me siento incapaz de tragarme semejante cosa. Y va en aumento.

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